© Cochise Ory - OT Vallée de la Dordogne
Venga a descubrir el Périgord y el Quercy, dos regiones emblemáticas del turismo en Francia. Descubra grutas prehistóricas y ciudades medievales que le llevarán a un viaje a través del tiempo, y también fuera de él, gracias a los emblemas de la gastronomía francesa: la trufa negra y los vinos del suroeste.
© OT Vallée de la DordogneLos amantes de la trufa son categóricos: el Périgord y el Quercy le reservan los sabores más sutiles de la trufa negra.
Los encontrará en Lalbenque: todos los martes por la tarde, de noviembre a marzo, venga a negociar esta joya denominada “perla negra” o “diamante negro”.
¡Su precio por kilo asciende a más de 1.000 euros!
© Vallée de la Dordogne Rocamadour¿Está buscando una idea original para descubrir los paisajes del Parque Natural Regional de las Mesetas Calcáreas del Quercy? ¡Hágalo por todo lo alto con ocasión de la 30ª edición de las “Montgolfiades de Rocamadour”!
Sobrevuele la Ciudad Santa medieval y permanezca muy atento: sin duda, entre muchas otras maravillas, verá el famoso pueblo de Sarlat-La-Canéda.
© Michel Vanderheyden FlickrAl inicio de la Guerra de los 100 años, el palacio de Puymartin marcaba la frontera entre Francia e Inglaterra. Pero si plantea la pregunta a los habitantes de la Dordoña, le contarán más bien la famosa leyenda de la Dama Blanca.
Cuando vaya a Sarlat, no deje de visitar el Gabinete Mitológico: sus pinturas le permitirán descubrir (¡o volver a descubrir!) las formidables leyendas de la Antigüedad.
© N. Aujoulat - MCC/CNPCamine junto a los primeros hombres a orillas del río Vézère: siguiendo el curso del agua y el transcurso del tiempo, descubrirá las famosas Cuevas de Lascaux y muchos otros enclaves prehistóricos, como La Madeleine o el Regourdou. ¡Un verdadero viaje al origen de la humanidad!
© Dominique VIET - CRT Midi-PyrénéesLos ingleses lo conocían como Black Wine, pero si indaga en la historia de la vid del vino de Cahors, comprobará que sus orígenes se remontan 2.000 años atrás.
El vino de Cahors cuenta con la Denominación de origen protegida (DOP), se trata de un vino de guarda, perfecto para degustar las trufas. Sin embargo, también se dice que los impacientes saben servirlo joven y fresco para apreciar sus sabores carnosos y afrutados.
Si desea más información sobre nuestros servicios, pinche aquí